Vacaciones de verano (Parte I)

   Ay! ¡Qué ya estamos en septiembre! ¿cómo lleváis la vuelta a la rutina? Yo por el momento bien, aunque aún me quedan unos días hasta que C empiece el cole y entonces sí que volveré a la rutina de verdad, mientras tanto a disfrutar de estos días que nos quedan por delante.

   Aún no vamos a retomar la OMB, al menos en el blog. Yo sí que estoy de nuevo comiendo más sano, que después de tantas vacaciones he regresado con un par de kilos de más (¡¡y ya he perdido uno!!)

   Bueno, no me enrollo más, que hoy el post va cargado de fotos bonitas de nuestras vacaciones y recomendaciones de imprescindibles que hacer en Santander. ¡¡Vamos allá!!

   Me encanta Cantabria. Sus pueblos con esas casonas de piedra, sus paisajes tan verdes, su clima... Sí, ya sé que en el norte estais hasta las narices de lluvia, frio y demás. Pero cuando vienes del sur, con un calor inaguantable, se agradece ese frescor por las tardes, esas gotas de lluvia... Este año no ha habido nada de eso, al menos la semana que estuvimos nosotros. Sólo nos llovió el día que llegamos (aún estábamos en el coche de viaje) y el último día. Los demás días un calor pa morirse (con tanta humedad el calor se vuelve pegajoso y bochornoso) ¡Ni por las noches se podía dormir!

   Pero no nos ha importado, hemos disfrutado de lo lindo, y más ahora que C tiene casi 3 añitos y ya disfruta de todo con nosotros. 

   Santander tiene muchas cosas bonitas, como su parque en el Paseo de Pereda. Esos jardines para pasear y ese tiovivo al estilo antiguo ¡¡¡taaaaan bonito!!!

   Las dos hermanitas se lo pasaron de lo lindo subidas en sus caballos y carrozas. Y los papis y los abuelos disfrutando también al verlas ^__^

   Un imprescindible también en Santander es dar una vuelta en barco. Hay viajes de una y de dos horas, nosotros fuimos al que duraba una hora, ya que C aún es pequeña y podría aburrirse. ¡Nada más lejos de la realidad! Se lo pasó pipa en el barco (a P la dejamos con los abuelos, e hicimos bien, con lo blanquita que es y el solazo que hacía podría haberse quemado la pobrecilla)

   Pues lo dicho, un viaje divertidísimo para C. Nosotros ya hicimos ese mismo trayecto hace años, la primera vez que estuvimos en la ciudad, pero lo hemos disfrutado de lo lindo con nuestra pequeña.

Palacio de la Magdalena

Palacio de la Magdalena

   Y el plato fuerte... La visita al Parque Natural de Cabárceno. También fuimos sin P, nos pareció mucha paliza para un bebé tan pequeño. Pero C... ¡¡cómo disfrutó viendo tantos animales!! Jirafas, monos, leones... Se cansó un poco, aunque vayas todo el trayecto en coche hay que hacer algunos caminos andando, pero sólo con ver su carita cuando veía los animales "Mía mami, un leó. Grrrr!" Hasta consiguió acariciar a una cebra, y cuando llegamos a casa de los abuelos allá que fue a decírselo "Abu, he carisiao un yija!" (los caballos y similares -burros, cebras...- los llama yija)

   Si vais no os perdais la demostración de leones marinos y de aves. ¡¡Os lo pasareis genial!!

Pero Santander es mucho más, habría que escribir varios post para explicarlo todo, sólo dejaros unas recomendaciones más:

- Los helados de Regma (nuestro favorito el "jaspeado de moka")

- Unas tapas en "El Diluvio" C/ del general Mola, 14 (de verdad que no he comido unas tapas más ricas y baratas en mi vida) No sabría ni que tapas recomendaros...¡¡estaban todas riquísimas!! 

- Visitad algunos de sus pueblos: Potes, Bárcena la Mayor, Laredo, San Vicente de la Varquera...

- No os vayais sin tomaros un buen cocido. Eso sí, que sea un día que no haga mucho calor ;-)

La semana que viene os cuento la segunda parte de las vacaciones, en la casita rural.

Besos y hasta el miércoles!!