O.M.B.: Operación Mamá Buenorra :p

   Pues sí, porque no sé si será que ya una va camino de los 40 (que a lo tonto, a lo tonto me queda año y medio mal contao >__< ) que una ya empieza a pensar en cuidarse más, que aparecen las arrugas, las carnes flácidas y empiezas a darte cuenta de que en los últimos años has engordado demasiado.

   Sí, vale, ya sé que podría poner la excusa de que he sido madre dos veces y bla, bla, bla... pero la verdad es que he tenido la suerte de recuperarme rápido de ambos embarazos.

   Sea como sea este año dije por fin BASTA. Y basta de verdad, no de eso de empezar una dieta y a la primera de cambio abandonarla y rendirme ante un trozo de chocolate. No, este año me planteé cambiar hábitos, porque entendí que de esa forma podría cambiar mi manera de comer, de hacer las cosas y así sentirme mejor conmigo misma. Más ligera, con más energía, más sana. Y dicho y hecho. Tras las vacaciones de Navidad me pesé (70 kg) Mucho, mucho peso para mi 1,58cm de estatura. Y en unos meses y cambiando mi forma de comer he conseguido llegar en estos días a 64,1Kg. ¡¡Casi 6Kg menos y comiendo de todo!! Sí, si de todo. En los próximos post de los lunes (intercalando quizás algún tema que no venga al caso, pero que me apetezca escribri) os iré contando los pequeños pasos que he seguido para cambiar poco a poco mis hábitos por otros más sanos.

   Como primer consejo os diré que el primer paso que dí no fue plantearme el reto en plan: "Tengo que perder 10 kilos para el verano" No. Demasiado tiempo, demasiados kilos, eso no funciona, al menos a mí. En cambio decidí tomarme un reto más a corto plazo: "Para finales de mes tengo que perder 2 kilos" Un reto más pequeño que sí podía cumplir.

   Y para ello lo primero fue cambiar hábitos los fines de semana. Entre semana más o menos comía de todo y bien (al menos eso creía, ya os iré contando en otros post los errores que cometía) Pero los findes...bueno, que si una hamburguesa un día, que si pizza otro día...y entre medias patateo viendo pelis, o palomitas o demás chucherías hipercalóricas. Así que lo primero que cambié en mi modo de vida fueron los findes. Comidas caseras, sanas y tan sólo permitirme una noche "de pecado". Si veía una peli con mi marido, pues un puñadito de galletitas saladas (poca cosa) y bebida sin caloría.


   Parece una tontería, pero conseguí mi objetivo, y a finales de enero ya pesaba 2 kilos menos. Así que en febrero tocaba otro reto: Cambiar la alimentación de lunes a viernes. Pero de esto ya os hablaré otro día, que si no el post me va a quedar laaaargo, laaaargo.

   En resumen. Empieza por pequeños retos. En mi caso fue plantearme perder 2 kilos en un mes y cambiar la alimentación de los fines de semana. Parece mentira, pero a veces unos pequeños cambios te llevan a conseguir grandes cosas.

Nota: Si tienes problemas de obesidad o sobrepeso, consulta siempre a tu médico antes de seguir cualquier tipo de dieta.