El ser mamá es agotador... tienes la prioridad de cuidar de tu/s hij@s, pero no puedes descuidar todo lo demás: casa, trabajo, amistades... Yo tengo la suerte (sí, me considero afortunada) de no trabajar fuera de casa, con lo que me deja todo el día para cuidar de mi hija y organizarme para hacer las tareas de la casa. Tiene su lado positivo, estoy disfrutando de ella cada día, pero también tiene algo un poquitín negativo, y es que cuando llega la noche estoy agotada de batallar con ella (es que los pequeñajos tienen energía para agotar a toda una familia)
Hay días que se llevan mejor, pero hay otros que... bueno, no puedes tirar con tu alma. No quiero ni pensar cómo serán para las mamás que encima trabajan fuera de casa...madrugones, niñ@s a la guarde o cole, trabajar, recoger a los niñ@s, la comida, la compra, salir a jugar, recoger la casa..... Y es que vivimos en una sociedad que parece que las mamás debemos ser supermujeres, y debemos hacerlo todo... ¡perfecto!
A ver... que somos personas... que tenemos nuestras necesidades, sueños, metas...
Hace unos días encontré este artículo de Itziar Velasco (psícologa y coach). Habla del mito de la supermamá y de que debemos colgar ese traje y convertirnos en mamás felices, buscando el equilibrio entre lo que queremos para nosotras mismas y nuestras obligaciones como madres. Os aconsejo que echeis un vistazo a su blog, porque la verdad es que, al menos a mí, me inspira con cada post.
Pues lo dicho, echad un vistazo al artículo de Itziar, y llevar a cabo sus consejos, convertiros en mamás felices y si no teneis hij@s...en mujeres felices, que nos lo merecemos.
¡Hasta la próxima!
Hola, por casualidad he descubierto tu blog y me han gustado muchísimo los contenidos. Así que me quedo. Un saludo
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, llevo poquito en esto, y le estoy poniendo mucho cariño.
EliminarBesitos y bienvenida!